Se dice mucho entre mi profesión que el trabajo de un actor consiste en esperar y de vez en cuando trabajar. Y además suele pasar que viene por rachas, que te puedes pasar meses sin trabajar y de repente, en la misma semana te llaman para tres proyectos diferentes. Vamos, que o no tenemos nada o tenemos mucho de golpe. Y es verdad, esto pasa muy a menudo.

Bueno, vale, a lo mejor no es tan exagerado, puede que los actores dramaticemos un poco… Pero sí hay algo de esto. Cuando estamos trabajando desprendemos un halo de “éste chico vale y tiene muchos contactos porque no para, te puede dar promoción…” ¡Y te llaman más! Las modas de los actores están a todos los niveles, hasta al nivel más underground que te puedas imaginar. Y cuando estás sin trabajar, pues no existes para el público, así que se olvidan de ti y… ¡hasta la próxima!

De todas formas el tiempo es muy relativo. Cuando uno está en proyectos que le gustan, la mente la tiene ocupada en sus personajes: en trabajar cómo caminan, en por qué dicen no sé qué frase, en si el pelo te lo vas a dejar suelto o recogido… Por lo general nos encanta nuestro trabajo y el tiempo así pasa muy rápido. Pero cuando no tienes ningún personaje al que vestir, parece que los díiias se alaaargan.

Y esa espera entre proyectos es la difícil de llevar. Nos desanimamos, pensamos que no vamos a trabajar nunca, vemos a nuestro alrededor cómo TODOS los demás no paran de trabajar y entramos en un bucle obsesivo muy chungo típico de actores. ¡Pero hay solución! Mi amiga y gran actriz Belén López-Valcárcel me dio un consejo hace tiempo:

“Chula, cada día tienes que hacer algo por tu yo actriz” (Ésto iba con acento gallego).

Yo a esto lo llamo “espera activa”. Y es que ya no estás de brazos cruzados desesperadamente esperando a que suene el teléfono. No, eres actriz y cada día haces algo relacionado con tu profesión: ver una peli, mandar un currículum, leer una obra de teatro, pensar en un proyecto, hacer ejercicios de voz, hablar con una amiga del trabajo de esta actriz que te ha gustado, elegir imágenes para el nuevo videobook… Hay infinidad de cosas que podemos hacer y que nos mantienen activos y nos dan ánimos para hacer que esa horrible espera sea una parte agradable de nuestro trabajo. Es más, podemos hacer que esa espera desaparezca y sea simplemente nuestra vida de actor/actriz. Es una de las cosas buenas de nuestra profesión, que puede abarcar muchos campos y siempre podemos aprender algo nuevo. Mi hermano me decía que tenía mucho morro porque alguna vez que tenía que estudiar me quedaba viendo una peli que me gustaba y le decía que ver una peli también era parte de mi trabajo.

Pues sí, ¡a disfrutar de esta espera  activa llena de vida!

 

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