Maryluz Arcas o cómo crear límites infinitos

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sed erosionaMariluz Arcas es bailarina y directora. Sigo su trayectoria desde hace años porque es una de las artistas que más me ha impresionado sobre un escenario. Por lo general escoge un tema sobre el que trabajar y desarrolla las coreografías y la pieza de danza que va a mostrar. Ahora ha estrenado Sed erosiona inspirada en el mito de Koré y está ella sola bailando en el escenario.

En Sed erosiona ha decidido que el espacio sonoro sea solo corporal. ¡No hay música!…¡en un espectáculo de danza! Todo lo que oímos durante la representación es su respiración, sus pisadas, los golpes de su cuerpo contra el suelo y la voz de una maravillosa soprano que la acompaña.

Viéndola ayer descubrí que el cuerpo tiene muchas más posibilidades de movimientos de las que creía, y esa es otra de sus cualidades. Busca romper los movimientos cotidianos (ya sea del día a día o movimientos específicos de la danza) para encontrar nuevas formas de relacionarse consigo misma y con el espacio. Y lo consigue. Ayer vi un insecto en un escenario, y vi pies con ojos y piernas hablando.

Y sobretodo, lo que más me impresiona de la creadora de La Phármaco (el nombre de su compañía no es casual) es que ha borrado los límites y ya cualquier cosa es posible. Trabaja en el escenario hasta la extenuación y cuando ya no puede más… sigue bailando otro poco. Parece como si en cada acto de la pieza se hubiese superado varias veces a sí misma. Y no sabes hasta dónde puede llegar porque cuando tú ves el final de un movimiento ella lo desarrolla más y te sorprende. Es algo que admiro de muchos bailarines, cómo son capaces de sobreponerse al cansancio y al dolor físico, que para los demás ya es una barrera infranqueable, para llegar un poco más lejos, hasta que algún día llegan a volar.

En el último acto Maryluz empieza a girar sobre sí misma. Da vueltas cambiando sutilmente las posiciones de los brazos. Canta la soprano. Ella sigue girando. Termina la canción y crees que ya no puede dar ni una sola vuelta más. Pero ella sigue girando. No tiene límites, o los tiene y los borra cada función, los pisa y pasa por encima de ellos. Ayer fui a verla y una vez más me ha dejado impresionada. Y creo que todavía hoy sigue girando.

 

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